Inicio Opinión Kico Bautista: La maldición de Miranda – “Bochinche, bochinche. Este país es puro bochinche”

Kico Bautista: La maldición de Miranda – “Bochinche, bochinche. Este país es puro bochinche”

Por La Victoria al día

La original frase se convirtió en especie de maldición que perdura hasta el día de hoy. El nuevo presidente será el que nos garantice mayor estabilidad y confianza, el que más nos emocione

Fuente:El Universal

Huecos institucionales

Vi la película este fin de semana y me puso a pensar sobre el tema de las instituciones y de cómo los argentinos pudieron estabilizar la democracia en medio de una enorme fragilidad.

Aunque no es mismo caso, la relación con Venezuela se apareció por el tema del robo gigantesco a PDVSA que lleva para este momento casi 160 personas detenidas o en proceso de investigación.

Este episodio revela la fragilidad de nuestras instituciones, la falta de contrapesos, de controles, que al final es lo que permite que se repita, una y otra vez, el denigrante fenómeno de la corrupción.

Como el petróleo tiene que venderse guillado, entre tantas alcabalas y comisiones, es mucho lo que se pierde en el camino. Esa situación podría indicar que la culpa del robo de 3 mil millones de dólares es un efecto directo de las sanciones. Pero, también ocurrió algo parecido en la gestión de Rafael Ramírez y para aquella época no había ese tipo de medida de los americanos contra Venezuela.

Sin controles

En estos años de Revolución se han ido sometiendo los poderes públicos al control de Miraflores, perdiendo, por esa vía, parte importante de su autonomía.

Sin entrar a discutir, los razones que dieron origen a la consigna “un solo gobierno” que puso a los demás poderes a depender del Ejecutivo, lo que nos interesa destacar es que las instituciones que ya eran inestables pasaron a peor.

El concentrar todo el poder de decisión en la presidencia, más de lo que ya tenía, en vez de superar la vieja crisis del Estado venezolano se profundizó.

Cuando nos liberamos del yugo español sustituimos al rey por la figura del presidente. La constitución de Bolivia en homenaje al Libertador así lo demuestra. La República nació con plomo en el ala.

Luego el Estado venezolano que conocemos hoy aparece tardío en la historia, con Guzmán Blanco y sobre todo con Gómez.

Simplificando, los poderes públicos en la constitución de la República siempre han estado sujeto al enorme poder del presidente y de allí la permanente crisis institucional.

Para lograr un Estado moderno que garantice el cumplimiento de las leyes y nos lleve al desarrollo es necesario generar contrapesos a semejante desequilibrio. Ese de sala se constituye un atraso más que una fortaleza.

El hecho que hayamos tenido tantas constituyentes tiene que ver con este tema. Cada nuevo presidente se diseña un esquema de leyes adecuado a su personalidad. Los americanos sólo han tenido una constitución y de allí su éxito como nación.

Vestidos de naranja

Volviendo al tema de la corrupción, la verdad es que no recuerdo en Venezuela ni en algún otro país cercano tanta gente detenida por problemas de corrupción. Eso pudiera ser aleccionador. Un ejemplo duro e intimidante para los pillos y sus bandas de aliados.

La imagen de todo esos delincuentes vestido de naranja, seguro quedó grabada en nuestro inconsciente colectivo para la eternidad.

Sin embargo, si no se corrige el problema de fondo, habiendo tanto dinero en juego en el negocio petrolero, sobre todo, lo más probable es que la corrupción vuela aparecer cuando amaine la tempestad y las aguas vuelvan a su curso.

Un buen ejemplo

En la película “1985” hay unos datos que pudieran servirnos para enmendar el capote. Aún cuando la democracia Argentina era frágil en el momento en que se realizó el juicio a los militares, la decisión de hacer justicia, de castigar tanto abuso, contribuyo a consolidar la institucionalidad y por así vía a que los recurrentes golpes de Estado desaparecieran de la agenda política hasta el día de hoy.

Los militares sureños se revelaron contra la constitución argumentando que la guerrilla comunista constituía una amenaza contra la vida de los argentinos. Bajo ese pretexto, la búsqueda de información se convirtió en tortura, en algo peor de lo que se quería combatir.

En el momento en que la nación, las instituciones del Estado, asumen el riesgo de evitar la impunidad de tanto crimen, el resultado es que pese a la crisis económicas y demás problemas políticos que ha vivido la Argentina todos estos años, su democracia se ha ido fortaleciendo.

En la Argentina la alternabilidad funciona. El voto decide quién manda y no la violencia. Aún en situaciones de crisis económica aguda han cambiado de presidentes varías veces en poco tiempo y la institucionalidad lo ha aguantado.

El gobierno tiene una oportunidad hoy para corregir el tema de las instituciones. Apoyarse en ellas para que quienes se robaron el dinero que tanto falta hace para hospitales, escuelas, comida, etc., respondan por sus delitos y ya no vuelvan ocurrir hechos similares porque se han establecido controles al manejo de los recursos públicos.

Turno al bate

La AN debe ejercer su función contralora e interpelar al ministro, al diputado, al juez, al alcalde y demás funcionario públicos de alto rango implicados en este bochornoso episodio. El Parlamento debe contribuir con su estructura a que la opinión pública conozca los hechos y donde estuvieron las fallas que hicieron posible el desfalco sin que eso signifique afectar la investigación, más bien profundizarla.

Igual, la Contraloría, la Procuraduría y demás instituciones deben trabajar en conjunto para establecer los hechos. Clave el Defensor del Pueblo para que no se violen los derechos humanos de los implicados.

La sociedad civil debe debatir y aportar elementos que ayuden a los parlamentarios a modificar cualquier deficiencia en las leyes que faciliten la corrupción. Es mucho lo que se puede hacer si el propio ejecutivo convoca al país para enfrentar este flagelo.

La corrupción no tiene ideología

Hay en la corrupción también un problema de perversión moral. El prestigio de la política como servicio público también está en juego. No solo hay pillos exclusivamente en el oficialismo. Estamos en la obligación, como nación, de investigar lo ocurrido con los recursos del Estado en el exterior que ha manejo el Interinato y la AN electa en 2015.

En una entrevista radial del periodista Mario Villegas, el dirigente de AD-Ramos, el exdiputado Luis Aquiles Moreno denunció que el robo en Monómeros es apenas una detallito comparado con lo ocurrido en Citgo.

Es más que triste el papel de la directiva de la AN 2015 solicitando un presupuesto de 50 millones de dólares para su funcionamiento en medio de estos escándalos que sacuden el país. Cuando la gente no tiene ni con qué comer.

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