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SÍNDROME METABÓLICO

Por La Victoria al día

Esta semana en nuestra sección de salud , la Lcda Franci Escobar,@fari996 nos informa sobre: El Síndrome Metabólico,

El síndrome metabólico lo constituyen una serie de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedades graves, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2 y el accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo incluyen:

Aumento de la grasa alrededor de la cintura (obesidad abdominal).
Disminución de la capacidad para metabolizar la glucosa (aumento de la glucosa en sangre y/o de la resistencia insulínica).
Valores de los lípidos en sangre no saludables (dislipidemia), incluyendo elevación de los triglicéridos y descenso de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, colesterol “bueno”).
Aumento de la presión arterial (hipertensión).
El síndrome metabólico es una enfermedad frecuente que tiene nombres muy diversos (síndrome dismetabólico, síndrome X, síndrome de resistencia insulínica, síndrome relacionado con la obesidad y síndrome de Reaven). A muchas personas que tienen este síndrome se les ha educado para conocer la importancia que tiene la detección de los signos y síntomas de diabetes (por ejemplo: realizando el cribado de diabetes tipo 2 cada 3 años o la hemoglobina glicada), para controlar la presión arterial y los valores de los lípidos. Existe una asociación con el hígado graso no alcohólico, el síndrome del ovario poliquístico, la gota, y el oscurecimiento y espesamiento de la piel que hay alrededor del cuello, debajo de los brazos y pliegues de la piel (acantosis nigricans). Una minoría de los casos se cree que están asociados a factores genéticos, todavía poco conocidos.

Todos los factores asociados al síndrome metabólico están interrelacionados. La obesidad y la falta de ejercicio tienden a producir resistencia insulínica. Esta tiene un efecto negativo sobre la producción de los lípidos, aumentando las VLDL (lipoproteínas de muy baja densidad), las LDL (lipoproteínas de baja densidad o «colesterol malo») y los triglicéridos en sangre, y disminuyendo las HDL (lipoproteínas de alta densidad o «colesterol bueno»). Todo esto conduce al depósito de placas de grasa en las arterias, que con el tiempo aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y accidentes vasculares cerebrales. La resistencia insulínica también aumenta los valores de insulina y de glucosa en sangre. El exceso de insulina aumenta la retención de sodio por el riñón, que a su vez ocasiona un aumento de la presión sanguínea e hipertensión. Los valores altos de glucosa mantenidos durante mucho tiempo provocan daño en los vasos sanguíneos y en órganos como los riñones.

*Pruebas de laboratorio:

● Glicemia en ayunas.
● Hemoglobina glicada.
● Perfil lipídico.

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