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Ahora en este mundo tan convulsionado y confuso, los verdaderos cristianos debemos solo obedecer a nuestro Señor Jesucristo, abrir nuestra alma y corazón y amarnos todos por igual, piensen dos cosas : Dios nos trae a este mundo y también nos dice hasta cuando estamos, así que promulguemos; amor, honestidad, humildad, solidaridad, empatia y desechemos todo lo negativo, maldad, odio, envidia, avaricia, intrigas.
Jeremías 33:3 dice: «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces». Este versículo es una invitación divina a la oración, prometiendo que Dios responderá y revelará conocimientos que están más allá del entendimiento humano.
- El llamado a la oración: El versículo llama a una súplica sincera y profunda («clamar»), no solo a decir el nombre de Dios.
- La promesa de respuesta: Dios promete una respuesta directa a ese clamor.
- La revelación divina: La respuesta incluirá conocimiento de «cosas grandes y ocultas» que de otro modo serían inaccesibles o desconocidas para las personas.
- Contexto histórico: El mensaje fue dirigido en un momento de gran dificultad para el pueblo de Israel, bajo el asedio de Babilonia, como un recordatorio de la fidelidad y el poder de Dios, y una invitación a buscarle.

